Hoy en día, la estética de las construcciones de viviendas o empresas ha cambiado con respecto a décadas pasadas y tiende a modernizarse con fachadas de cristal. Esto permite el máximo aprovechamiento de la luz solar, lo cual es una ventaja enorme con respecto a edificios más antiguos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, para el disfrute de estos beneficios, es imprescindible mantener los cristales en perfecto estado de conservación y limpieza.
La limpieza de cristales en altura es un trabajo que debe ser realizado siempre por empresas especializadas que, a su vez, disponen de equipos de trabajo preparados. Se trata de profesionales que han sido formados, que conocen las medidas de seguridad adecuadas y que disponen de la maquinaria y las herramientas necesarias para llevar a cabo esta tarea de la forma más segura y eficaz.
Técnicas para la limpieza de cristales en altura
Este trabajo se puede realizar utilizando diferentes técnicas, dependiendo de la accesibilidad y de la altitud de la superficie a limpiar.
Andamios, elevadores y grúas
Estas técnicas son idóneas para la limpieza de cristales a una mediana altura.
Los andamios pueden utilizarse sustituyendo a las escaleras, en los casos en los que no es seguro el uso de éstas, debido a la poca practicidad, a la falta de punto de apoyo o a que la altura supera los metros permitidos. La ley de Prevención de Riesgos Laborales recomienda no realizar limpiezas de cristales con escalera de actuación superior a 3,5 metros de altura sin estar sujeto a un punto firme suficiente y necesario para evitar accidentes de caída a diferentes niveles.
Por su lado, los elevadores son unas magníficas herramientas, que presentan unas fantásticas condiciones de seguridad con respecto a otras técnicas. Nos permiten ascender hasta los puntos de trabajo y disponer de suficiente movilidad. Existen plataformas sencillas, de accionamiento manual, eléctricas o activadas por baterías. Estas maquinarias pueden transportarse hasta el lugar de trabajo o incluso permanecer fijas en el edificio.
Las grúas autopropulsadas pueden ser utilizadas por un único operario, quién, mediante un mando a distancia, puede desplazarla horizontalmente a nivel del suelo y elevarla a medida que va realizando el trabajo de limpieza.
Dependiendo de la distancia a la que se encuentre el edificio o el nivel de facilidad de acceso, utilizaremos diferente maquinaria. Los vehículos elevadores para trabajos a pie de calle nos permiten alcanzar la altura deseada y un buen desplazamiento horizontal, siempre y cuando la distancia hasta la superficie a limpiar lo permita. De lo contrario, tendremos que utilizar vehículos elevadores oruga, con los que podremos llegar al edificio en lugares de difícil acceso, como terrenos accidentados o jardines.
Góndolas
Las góndolas son plataformas suspendidas en el aire desde una estructura que se mueve sobre unos raíles. Se utilizan para facilitar las tareas de mantenimiento y la limpieza de superficies acristaladas y admiten su uso simultáneo por parte de dos operarios. Se trata de una técnica que presenta multitud de sistemas de seguridad, como los de bloqueo y frenado automático.
Muchos edificios modernos cuentan con este sistema incorporado en la azotea, que permite que una plataforma se suspenda y se desplace a lo largo y ancho de la fachada.
Descuelgue
Las técnicas de descuelgue, por la peligrosidad que conlleva para el operario, solamente se llevan a cabo cuando es necesario y el edificio o los accesos no permiten la implantación de grúas o góndolas.
Tanto la instalación de los sistemas de descuelgue como el servicio de limpieza deben ser realizadas por especialistas. El operario tiene que estar debidamente entrenado, debe conocer a la perfección las técnicas de escalada y contar con las medidas de seguridad adecuadas. Es necesario que las cuerdas, los arneses, los mosquetones y los puntos de sujeción deben estar homologados.
Por motivos de seguridad, en condiciones desfavorables, como viento o lluvia intensa, debe evitarse la limpieza de cristales.
Pértigas telescópicas
En los últimos años, se está implantando el uso de pértigas telescópicas para la limpieza de cristales. Es la combinación de eficacia y seguridad, ya que solamente es necesaria una persona para llevar a cabo el trabajo y, además, lo hace desde el suelo, sin necesidad de elevarse mediante ningún sistema adicional. Estas pértigas están fabricadas con materiales muy ligeros y, su estructura extensible, hace que superen los 20 metros.
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