El mantenimiento diario de la piscina, ya sea pública, comunitaria o privada, es un tema sumamente importante y puede influir directamente en la salud de los bañistas. Es necesario mantener el agua en las condiciones óptimas para el baño, con unos tratamientos específicos y unos procesos de limpieza que deben llevarse a cabo todos los días. Los usuarios de la piscina, así como el entorno que la rodea, van introduciendo en el agua microorganismos y agentes contaminantes y debemos asegurarnos de que éstos no lleguen a interceder en el bienestar de los bañistas.

Con el fin de mantener el agua de la piscina transparente, limpia y segura, es necesario realizar de forma periódica una serie de tratamientos químicos, para la desinfección del medio, y físicos, para la limpieza y filtrado del agua.

Tratamientos químicos necesarios para el mantenimiento de la piscina

Antes de proceder al mantenimiento químico de la piscina, es necesario calcular el volumen que contiene, así como el tipo de agua empleado. De esta manera, será posible estimar la dosis más apropiada para cada producto.

También es importante tener en cuenta que los tratamientos químicos deben realizarse siempre al atardecer o por la noche, siguiendo las instrucciones de dosificación, forma de aplicación y recomendaciones de protección de cada uno de los productos.

Estos son los principales tratamientos que se aplican en el mantenimiento diario de una piscina:

  • Desinfectante. Los niveles necesarios para la desinfección del agua pueden mantenerse con tabletas de cloro, aunque también se realizan utilizando bromo u oxígeno activo. Es imprescindible elegir solamente uno de estos tratamientos para la desinfección de la piscina. Diariamente, se comprobará el nivel de desinfectante con los equipos analizadores y se corregirá, si fuese necesario, aplicando una dosis de producto de acción inmediata.El cloro es el desinfectante más utilizado en las piscinas y es necesario para mantener el agua libre de gérmenes y microorganismos. Es necesario mantener sus valores constantes, dentro de los 0,5- 1,0 p.p.m. (partes por millón). Con esta medida evitaremos que el agua se enturbie y que proliferen microorganismos.
  • Tratamiento de choque. Si en algún momento, y pese a haber regulado bien estos parámetros, nos encontrásemos con el agua turbia o con presencia de algas, habría que aplicar un tratamiento de choque con dicloro granulado y floculante líquido. Es imprescindible que esta acción se lleve a cabo con la piscina cerrada y libre de bañistas. El floculante hace que las partículas aumenten de tamaño, de manera que el filtro las pueda retener, y así clarifica el agua, eliminando también los iones metálicos oxidados que el filtro por sí solo no es capaz de retener.
    Una vez aplicados estos productos, habría que realizar un filtrado y cepillar la superficie del vaso de la piscina. Esperaríamos unas 12-24 horas y posteriormente pasaríamos el limpiafondos para eliminar todas las impurezas a través del desagüe.
  • Niveles de pH. La regulación del pH del agua asegura que ésta resulte limpia, clara y respetuosa con la piel. Es necesario comprobar de forma diaria el nivel de pH y corregirlo con la dosis de regulador necesaria en cada caso. Estos valores deben mantenerse entre 7,2 y 7,6 p.p.m. Si estuviesen demasiado altos, los bañistas podrían sufrir irritación en la piel y los ojos. Por otro lado, los productos desinfectantes no tendrían la misma eficacia, aparecerían incrustaciones calcáreas y se produciría un enturbiamiento del agua. Si los niveles no llegasen al mínimo, igualmente afectaría a la piel y los ojos de los bañistas y además se produciría un deterioro del vaso de la piscina.
  • Tratamientos adicionales: Para prevenir otro tipo de inconvenientes producidos por las altas temperaturas y el continuo uso de la piscina, también se añaden otros productos al agua de forma regular. Éstos son los productos alguicidas, anticalcáreos y desincrustantes. En el caso del alguicida, se realizará una aplicación al comienzo de la temporada, otra pasada una semana y posteriormente cada 15 días.

Mantenimiento de piscinas

Tratamientos físicos para el correcto filtrado de la piscina

Es importante realizar de forma más o menos frecuente, dependiendo del medio en el que se encuentre la piscina, acciones para eliminar las hojas, insectos y demás desechos. Estas acciones se llevarán a cabo de forma manual con ayuda de un recogehojas.

Por otro lado, hay que asegurarse del limpiado y del mantenimiento de los elementos de filtrado con el fin de asegurarnos que cumplen su función:

  • Filtros. Un mantenimiento correcto del filtro de la piscina permite que los tratamientos químicos que apliquemos al agua sean más eficaces, que haya que aplicar menos cantidad de esos productos y que la higiene en el agua se mantenga durante más tiempo. Durante la época de actividad, es recomendable tener los filtros activados unas 8 ó 10 horas al día, preferiblemente durante las horas de baño, con el fin de mantener el agua limpia. Dependiendo de la dureza del agua, habrá que realizar una revisión de los depósitos de cal que puedan originarse en ellos.
  • Skimmers. Los skimmers recogen el agua para su filtrado en la superficie de la piscina. Deben limpiarse, al menos, una vez a la semana.

Para realizar estos trabajos en la piscina de la comunidad es recomendable contratar a una empresa de mantenimiento, que cuente con profesionales cualificados para este tipo de tareas. En Eservin disponemos de personal formado y acreditado para manipular todos los productos químicos necesarios en el mantenimiento del agua y de las piscinas.